domingo, 17 de enero de 2016

Raúl Padrón considera que en el softbol está el secreto

Andriw Sánchez Ruiz              
Twitter: @ansanchezru
¿Qué tan grande es la diferencia entre el softbol y el beisbol? ¿Aquellos que se dedican a jugar la disciplina donde los pítchers lanzan por debajo del brazo pueden enfrentar un juego de pelota profesional?
Sí, son contados los casos, pero sí. Existen algunos notables. Tal vez el más exitoso resulta ser el serpentinero Leonel Campos, quien a los 22 años fue firmado tras ser descubierto en juegos de softbol. Cuatro años más tarde era parte del róster de los Padres de San Diego en Grandes Ligas.
Si bien está lejos de ser tan fructífero, como el ejemplo del trujillano, Raúl Padrón es otro de esos extraños casos. El paleador emergente jugó el año pasado en la Liga Venezolana de Softbol.

“Yo decidí jugar softbol”, comienza el relato el suplente predilecto de Buddy Bailey, mánager de Tiburones de La Guaira. “Tuve ofertas para ir a México y no quise por cuestiones personales. Decidí hacerlo porque sabía que me iba a ayudar con el swing”.
¿Ayudar en la forma de batear? ¿Es una broma? Padrón se ríe de los escépticos cuestionamientos y defiende la teoría que llevó a la práctica con Tiunas de Miranda.
“El softbol me ayudó a reconocer los pitcheos. Hay varios ángulos allí. Hay envíos que bajan y otros que suben, eso me ayudó muchísimo. Cuando llegué a la Liga Bolivariana de Beisbol, con el equipo Cacaoteros de Miranda, se me hizo fácil”, dice Padrón, quien es uno de los escualos más calientes de los playoffs con .429 de promedio.
Tal vez sea cierta la teoría. Es posible que el paleador zurdo haya tenido un nuevo aire en su carrera gracias a los inquietos lanzamientos del softbol.
Por lo menos Bailey confía en él. Fue utilizado como emergente en momentos apremiantes y no decepcionó en varias ocasiones. De hecho, impulsó 14 carreras en la ronda regular, cifra respetable para alguien que viene del banco, la mayoría de las veces.
La confianza de Padrón en la disciplina hermana del beisbol es tal, que no teme a la demencia al decir que: “Si llegara a conseguir un contrato, me prepararía por lo menos tres semanas con un pítcher de softbol”.
De nuevo la incredulidad se apodera de la conversación, pero el pelotero la desvanece.
“Es en serio. Los muchachos (sus compañeros en Tiburones) no me creen loco. Ellos me dicen que eso es impresionante y que les gustaría, pero no se atreven por la dificultad de los pitcheos”, advierte.
Entonces no solo Padrón piensa así. Sus palabras denotan que en el seno de los peloteros hay cierto respeto por los latigazos soltados en los pequeños terrenos de softbol en el país.
Al igual que el año pasado, el bateador emergente tiene propuestas para jugar durante el verano. Pero los horizontes se han ampliado, pues existe interés de scouts de Italia y México.
“Hay que esperar. Todavía no hay nada concreto. Siempre a finales de enero y principios de febrero se finiquitan las cosas”, comenta y se muestra hermético con las identidades de los interesados.
Este año sí buscará jugar beisbol. La vivencia del softbol quedó atrás. Pero, como para dejar constancia que todas sus palabras son en serio, expresa: “Y me prepararé con un pítcher de softbol”.

Nota publicada en el Diario Ciudad CCS, en su edición del 16 de enero de 2016. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario