miércoles, 6 de enero de 2016

Jhoulys Chacín busca oxigenar a Leones, aunque podría ser su despedida

Andriw Sánchez Ruiz
Twitter: @AndriwSanchezr

No hay duda de algo: Jhoulys Chacín atraviesa su momento más importante en la temporada. Existe una razón bastante sólida para denominar a la coyuntura como trascendental, pues él será el abridor de esta noche de los Leones del Caracas, a quienes solo les sirve la victoria para no sucumbir en la serie y ser eliminados por Navegantes del Magallanes.

No es necesario recordarle eso al marabino. Está consciente de la gran responsabilidad que soportará su brazo derecho al retar a los maderos filibusteros en el estadio Universitario. Pero sí desconoce algo. No sabe si la apertura podría ser su última en Venezuela, por lo menos por esta campaña. He allí el otro argumento para catalogar el instante como indudablemente relevante.

“La gente de Bravos de Atlanta me comenzó a decir que les gustaría que yo parara”, dijo el serpentinero ayer, antes del cuarto juego entre los Eternos Rivales que, horas después, se tradujo en el tercer lauro en la serie para los navieros por solo uno de la manada caraqueña.



“No me han dado un límite definitivo y estamos hablando eso. Hay que esperar a ver qué pasa con esta serie, a ver si me dejan lanzar más o no”, detalló para dejar claro que le es incierto su futuro con Leones si el equipo logra remontar el enfrentamiento y accede a las semifinales.

Como todavía hay bruma en el asunto, no existe razón para indagar más. La única forma de esclarecer el mañana es que los melenudos alarguen la serie al máximo de siete cotejos y que se impongan. El primer paso debe ser triunfar esta noche, en el quinto choque. Chacín desborda la confianza. De hecho, él cree que es lo mejor que tiene para encarar el vital compromiso.

“Sí, tengo mucha confianza. Pienso que he estado muy bien en mis últimos juegos. De verdad, tengo la confianza muy alta y, si el equipo responde como lo hizo en el tercer juego, vamos a ganar”, expresó el primer abridor de los capitalinos, quien de por vida contra los eléctricos tiene una efectividad de 8.43.

Por la redención

Será la segunda ocasión que Chacín se mida al lineup bucanero en la serie. Fue el responsable de abrir el primer juego del que tiene pocos recuerdos gratos. Lo perdió. Resultó emboscado por los cañones y trabucos de la galera en el cuarto episodio, tras lanzar bien los primeros tres capítulos. “No pude hacer el pitcheo para cerrar el inning”, reflexionó.

“Pero lo bueno del beisbol es que siempre hay una revancha. Tengo de nuevo la oportunidad de lanzar. Haré lo que sé hacer: lanzar strikes, mantenerme arriba en la cuenta y lanzar los pitcheos que yo quiero”.

¿Existirá un patrón o comportamiento en los bates corsarios que notó el monticulista durante el juego inicial en Valencia? Chacín no tarda en responder. “Ellos se vuelven más selectivos cuando hay hombres en bases. En esos momentos buscan mucho el pitcheo que les convenga. Cuando no hay corredores en circulación le hacen más swings a envíos fuera de la zona de strike. Yo solo saldré a buscar un buen comando en mi recta y utilizar mis lanzamientos quebrados cuando los necesite”.

Las palabras del zuliano no pueden ser más ciertas. Cuando hay corredores en posición anotadora, los nautas solo tienen tres ponches. El guarismo es minúsculo si se compara con el de los avileños en situaciones similares: once.

El homólogo magallanero de Chacín será Chris Leroux, quien también es derecho y lanzó las serpentinas en el primer juego, cuando solo permitió un cuadrangular de Félix Pérez en 4.2 innings de faena. A diferencia del caraquista, el pítcher norteamericano ha confirmado que su labor de esta noche será la última con la tripulación del Cabriales.

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