Aunque el abridor Paolo Espino solo pudo sacar dos outs, relevistas indígenas domaron los bates salados en el Universitario
Andriw
Sánchez Ruiz
¿Cómo ha sido el pitcheo de Caribes de
Anzoátegui en la segunda vuelta de la temporada? Pues regular. Antes del juego
de ayer, la divisa ostentaba la quinta efectividad colectiva de la fase (4.76).
¿Existe algún patrón? Sí. Son los abridores los que sacan la cara al lucir un
guarismo de 3.12. Mientras que los relevistas encarnan la ineficacia con la
peor cifra de la liga: 6.60.
Pero los moldes no duran para siempre. Muchas veces
se rompen y eso es común en el beisbol. Atrás quedaron los números, referencias
relevantes pero nunca dueños de la verdad absoluta. La jornada dominical fue la
redención para los brazos del bullpen indígena. Juntos alzaron el mástil que enarboló la victoria anzoatiguense sobre Tiburones de La Guaira (4-2).
Foto Marcos Colina/Ciudad CCS
Y es que un excelente trabajo de los bomberos era la
manera más lógica que tenía Caribes para conquistar el laurel. Paolo Espino,
abridor pielazul, solo pudo sacar dos outs en el juego.
Omar López, mánager oriental, le quitó la bola al
iniciador y puso su fe en el tambaleante relevo. No tuvo opción, pues los
escualos anotaron sus únicas carreras y conectaron tres de sus cinco imparables
en el primer inning, ante los envíos panameño Espino.
Cada uno de los relevistas respondió bien frente a
la responsabilidad. Ramón Rodríguez subyugó los bates salados en 3.2 capítulos.
Solo se le embasaron cuatro adversarios, de los cuales tres fueron por boletos
y uno por sencillo. Por su labor se alzó con el triunfo.
Mientras el serpentinero portugueseño se encargaba
de silenciar a los 8 mil 169 espectadores en el Universitario, la artillería
indígena daba la estocada.
Un manso elevado conectado por José Gil cayó al lado
del montículo frente a todos los jugadores del infield guairista. Ese fue el
inicio del racimo de tres carreras que Caribes en el tercer episodio.
El gran cacique del ataque fue José Castillo, quien
con doble al jardín izquierdo impulsó a Niuman Romero y Gorkys Hernández. Ya
existía una diferencia inalcanzable para Tiburones. La cuarta anotación de la
tribu fue fabricada en el quinto tramo, gracias a sencillo de Oscar Salazar.
Tras la salida de Rodríguez, los cuatro relevistas
que lo precedieron emularon su efectividad. Entre ellos destacaron Samuel
Gervacio, quien logró su segundo hold de la campaña, y Pedro Rodríguez al
rescatar el duodécimo juego.
La derrota fue inoculada en Severino González, al
apenas lanzar 2.2 actos y permitir trío de carreras de los indígenas.
Además de ser la razón principal de la victoria, el
yugo del bullpen aborigen le da un mejor rostro a los números colectivos. Ahora
los bomberos de Caribes bajaron su efectividad a 5.60 en la segunda vuelta y
Espino es el responsable que la de los abridores haya subido a 3.42.
Reseña publicada en el Diario Ciudad CCS, en su edición de 31 de noviembre de 2015
Reseña publicada en el Diario Ciudad CCS, en su edición de 31 de noviembre de 2015
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