Andriw Sánchez Ruiz
Twitter: @AndriwSanchezR
Twitter: @AndriwSanchezR
Santos Hernández no le quitaba la
vista al cerrador Hassan Pena. El panameño veía cada movimiento de su pupilo,
era una de las responsabilidades de ser coach de pitcheo de Tigres de Quintana
Roo, en la liga veraniega de México. Entiende bien al cubano. Él sabe con
exactitud la dificultad de ser taponero, así se ganó la vida en varios
circuitos latinos.
Ese encuentro entre Hernández y Pena
sucedió en el 2013. Ninguno tenía conocimiento que el destino los podría unir
de nuevo, pero no bajo una relación entre técnico y pelotero. Los libros de
récords parecen ser el escenario de la comunión. Es probable que en los próximos
días sus nombres vayan relacionados para siempre, por lo menos en los registros
de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
El cubano, candado de Navegantes del
Magallanes, posee 19 rescates en la temporada. Está a solo dos de igualar la marca de 21 salvamentos que estampó Hernández en la campaña 1997-1998 con
Pastora de Los Llanos, ahora Bravos de Margarita.
“Pues de verdad me daría mucho gusto
que Hassan logre el récord”, dice el excerrador panameño, vía telefónica desde la
ciudad de Guanajuato, en el centro de la nación azteca.
“Lo conozco. Es un pítcher de buena
velocidad, bastante agresivo y sobre todo una buena persona. Me alegraría mucho
si lo consigue”, continúa Hernández, quien vio como Pena salvó 24 juegos ese
2013, con la manada bengalí de la península de Yucatán.
“No sé por qué lo enviaron a Sultanes
de Monterrey al año siguiente (2014)”, medita el héroe de Quintana Roo, título
que alcanzó luego de que los Tigres retiraran su número 12 en agosto del año
pasado.
¿No sería épico que el extaponero de
42 años y el antillano de 30 se vieran las caras en este momento? Con mucha seguridad,
Hernández le daría alguna recomendación a Pena que lo ayude a concretar la gesta.
“Si yo tuviera a Hassan cara a cara,
ahorita mismo, le dijera: ve por ese récord, debes romperlo”, se imagina el
actual coach de pitcheo de Leones de Yucatán.
Desde que colgó sus spikes, en el 2007,
Hernández ha hecho carrera técnica en México. Allá es idolatrado como uno de
los mejores cerradores extranjeros que ha pasado por la liga de verano. Logró
167 rescates en mencionado circuito. Solo el boricua Miguel Alicea lo supera
con 187.
No obstante, los cinco años que jugó
en Venezuela le dejaron tesoros en la memoria. No es una sorpresa que el recuerdo
más celebrado sea el salvado 21 de la zafra 97-98. La cifra hizo que su nombre
no haya sido olvidado en la pelota rentada local.
“De verdad fue muy bonito. Si la
memoria no me falla lo hice el último día de la temporada, un 30 de diciembre”,
rememora con precisión, cual recta en la esquina de afuera.
Ese día Hernández se midió a los Tigres
de Aragua. Fue una faena larga para un cerrador, pues lanzó 2.0 innings. Le
conectaron tres hits, dio un boleto, ponchó a cuatro y le fabricaron una
carrera sucia. Atrás había quedado el récord de 20 rescates que compartían
Porfirio Altamirano y Anthony Phillips.
Aunque ese fue su hito, por el que
siempre será recordado en Venezuela, en años posteriores demostró su dominio en
la liga. En cinco temporadas salvó 70 careos. Es la mayor cantidad para un
pelotero foráneo en la historia circuito. “Fueron cinco años muy agradables con
Pastora. Dejé buenos amigos en Acarigua”, expresa.
No es descabellado pensar que un día
los números que dejó Hernández en la LVBP sean considerados por los votantes
del Salón de la Fama del beisbol venezolano. Si algún día llega una estatuilla
en el templo de Valencia, sería bien recibida por el panameño.
Entrevista ampliada a la publicada en el Diario Ciudad CCS en su edición del 10 de diciembre de 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario