Andriw Sánchez Ruiz
Los ceros fueron comunes en el boxscore
de Bravos de Margarita. Irónicamente, el hecho fue producido por un elemento
muy poco frecuente en los últimos años en el beisbol venezolano: un pítcher que
lance un juego completo.
Anoche,
esa especie en extinción fue Jhoulys Chacín. El abridor de Leones del Caracas
resultó un verdadero déspota frente a los insulares. Los blanqueó. No les
permitió libertades, ni mucho menos alzamientos. Tan solo se le embasaron tres
adversarios, uno por boleto y dos por imparables. No hay duda de que el
marabino fue la causa y razón del lauro melenudo en Porlamar, con pizarra
de 6 por 0.
Pero
más allá de la laudable faena del derecho, los capitalinos tienen otras razones
para celebrar. Conquistaron la séptima victoria consecutiva, la undécima en los
doce últimos careos, y se colocaron a medio juego del segundo puesto de la
tabla ocupado, casualmente, por los isleños.
¿Hubiera
sido posible eso sin la labor de Chacín? Tal vez sí o tal vez no. Lo cierto es
que el derecho logró algo que no se veía desde el 4 de diciembre de 2012,
cuando Josh Schmidt (Águilas) albeó a Navegantes del Magallanes en 9.0 actos.
“Es
un honor poder lanzar completo, algo que no se hacía desde hace mucho tiempo,
sobre todo en un equipo como este”, le dijo el iniciador al departamento de
prensa caraquista, en referencia al lanzador zurdo Omar Daal, quien fue el
último en lograr un trabajo semejante en la franquicia (26 de diciembre de 1998 frente a
Cardenales).
La
ofensiva no dejó solo a Chacín. Con una carrera en el segundo inning y cinco en
el séptimo, los bates melenudos le aseguraron la victoria al diestro.
Todos
los paleadores capitalinos conectaron indiscutibles. Pero los más destacados
fueron Álex González, al largar el séptimo jonrón de la temporada, y Trayvon
Robinson que impulsó par de rayitas.
“Es
muy bueno haber podido apoyar ofensivamente a Chacín”, expresó el patrullero
central.
La
puntería del grandeliga, que probará suerte el próximo año con los Bravos de
Atlanta, fue destacable. Lanzó 110 envíos al plato, de los cuales 72 cayeron en
strike.
A
pesar de superar el centenar de lanzamientos, nunca dio muestras de cansancio.
“Se vio fuerte y no había hecho muchos pitcheos, por eso lo dejamos”, argumentó
Alfredo Pedrique, mánager de Leones.
Chacín
es el mejor ejemplo de lo que ha sido el cuerpo monticular melenudo desde el
pasado día 5 de este mes hasta hoy. En el lapso ha laborado 109.0 innings y
solo ha permitido 18 rayitas limpias. La efectividad colectiva es minúscula (1.49).
Las
opciones del Caracas para clasificar a los playoffs están más presentes que
nunca. Sin embargo, el equipo debe ganar por lo menos tres de los cuatro juegos
que le queda para asegurar un puesto en la postemporada, sin tener que mirar a Caribes y
Cardenales.
Nota publicada en el Diario Ciudad CCS, en su edición del 23 de diciembre de 2015.
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