domingo, 13 de marzo de 2016

Carlos Pérez aparta la timidez para tener la titularidad

Aunque es de voz suave y personalidad callada, el carabobeño debe desarrollar el sentido de liderazgo para ser un cátcher de todos los días

Andriw Sánchez Ruiz
Twitter: @AnSanchezRu 

La titularidad de Carlos Pérez en la receptoría los Angelinos de Los Ángeles de Anaheim está casi asegurada. Puede batear. El desempeño con el madero en ocho años en el beisbol profesional es su carta de presentación.

Puede lanzar. Su brazo natural de jardinero, la posición que cubría antes de firmar, le permitió retirar a 37.88 por ciento de los corredores que le intentaron robar una base el año pasado. La cifra fue la novena mejor de las mayores.

Pero hay algo que le falta al carabobeño para ser considerado un cátcher de todos los días en Grandes Ligas: liderazgo. Posee una personalidad tímida y callada. Tales características no son bien vistas en el oficio del mascoteo.

Vocalizar es el ejercicio principal en la primavera. Foto MLB.com
Pérez sabe que su voz debe retumbar en el infield angelical. Es necesario, si quiere convertirse en la careta que dirija el juego del equipo. Anaheim trabaja en eso desde los spring training del año pasado.

De acuerdo un reporte de MLB.com, el instructor de receptores Steve Soliz y el valenciano de 25 años de edad, pasaban mucho tiempo en el jardín central del Tempo Diablo Stadium, hogar primaveral de los querubines. Y aunque no lanzaban una pelota ni hacían un solo swing, ambos pegaban gritos. Ese era el ejercicio para que Pérez mejorara la comunicación con sus compañeros.

“Su confianza es producto de eso”, le dijo Soliz al portal oficial de las mayores. “A medida que se fue volviendo más vocal vio que los otros jugadores le hacían caso. La confianza aumentó y se convirtió en el receptor que es ahora. Eso le ha permitido guiar el juego”.

Además de la suave voz que tiene, Pérez no hablaba fluido el inglés. Enriquecer el idioma y darse a conocer en el dugout comenzó a tener sentido para el careta el año pasado, cuando se graduó de grandeliga. Debido a los problemas ofensivos de Chris Iannetta, el muchacho se adueñó de la posición. En un santiamén era el cerebro de una divisa del big show.

“Para asumir ese rol, el de líder, tienes que expresarte un poco. Hay que hacerse escuchar. Es un reto porque tengo mi personalidad. Pero me he sentido mucho mejor”, expresó Pérez.

Un maestro. Geovany Soto, experimentado receptor boricua, no es visto como una competencia para Pérez. Una de las razones de su llegada a los Angelinos es ayudar al joven receptor a mejorar las habilidades y vaya que el puertorriqueño sabe del oficio. Tiene diez temporadas en las mayores.

“Quiero que sienta que pertenece aquí”, comentó Soto acerca de Pérez. Según el reporte, cuando el silencio se apodera de las reuniones de receptores, el boricua le murmura al venezolano: “Habla”.

Eso es lo que le falta a Pérez que, sin contar la jornada de ayer, ligaba un promedio de .308 en los juegos primaverales.

Nota publicada en el diario El Nacional, en su edición del 13 de marzo de 2015

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