miércoles, 1 de octubre de 2014

Darwin Cubillán, la voz de la experiencia

El relevista de 41 años, de los Leones, afirma que el secreto para tener una larga carrera en el morrito es no hacer pesas

En el beisbol, así como en la vida misma, existen hombres que parecen tener más resistencia que el resto ante el inclemente pasar del tiempo, el lanzador Darwin Cubillán es uno de ellos.

En menos de dos meses el relevista derecho cumplirá los 42 años de edad pero su brazo no conoce una recta de menos de 90 millas por hora. ¿Cuál será el secreto del zuliano para la longevidad?

El derecho no baja su recta de las 90 millas por hora. Foto Américo Morillo/Ciudad CCS

El experimentado pelotero se reportó el pasado 17 de septiembre a la pretemporada de Leones del Caracas, equipo con el que ha jugado diez de sus 15 campañas en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Al terminar el entrenamiento, habla con fluidez frente a las cámaras:

“¿Mi secreto? Bueno, no me gusta ejercitar los brazos con pesas porque eso aprieta mucho el brazo de lanzar. Creo que el pitcher alarga su carrera evitando esas rutinas”, afirmó el oriundo de Bobure, quien llegó a Grandes Ligas en el año 2000 con el uniforme de los Azulejos de Toronto.

Así como aconseja evitar los ejercicios pesados, Cubillán le recomienda a los jóvenes serpentineros rutinas que ayuden a la flexibilidad del brazo.

“El dato que les doy es que hagan muchas mancuernas y sesiones con ligas y verán que tendrán una larga carrera. El trabajo fuerte también es importante y que tomen consejos de los que tienen tiempo en este negocio para que puedan llegar a donde ellos quieren”, sostuvo el monticulista.


Aprender cada día más
Cubillán juega beisbol profesional desde el año 1994. Ha lanzado en Ligas Menores, Grandes Ligas, México, Japón y en los últimos tres años en Italia. Para él ese rodaje no es suficiente.

“Cada día que va pasando voy aprendiendo más. Le doy gracias a Dios porque me he mantenido sano toda mi carrera”, dijo.


Al escuchar una pregunta sobre su retiro, Cubillán sonríe y sin titubeos responde: “No pienso en eso todavía, pero cuando llegue me gustaría ser coach”. 

Andriw Sánchez Ruiz
Trabajo publicado en el Diario Ciudad CCS, edición 20 de noviembre de 2014 

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