Aunque el abridor Paolo Espino solo pudo sacar dos outs, relevistas indígenas domaron los bates salados en el Universitario
Andriw
Sánchez Ruiz
¿Cómo ha sido el pitcheo de Caribes de
Anzoátegui en la segunda vuelta de la temporada? Pues regular. Antes del juego
de ayer, la divisa ostentaba la quinta efectividad colectiva de la fase (4.76).
¿Existe algún patrón? Sí. Son los abridores los que sacan la cara al lucir un
guarismo de 3.12. Mientras que los relevistas encarnan la ineficacia con la
peor cifra de la liga: 6.60.
Pero los moldes no duran para siempre. Muchas veces
se rompen y eso es común en el beisbol. Atrás quedaron los números, referencias
relevantes pero nunca dueños de la verdad absoluta. La jornada dominical fue la
redención para los brazos del bullpen indígena. Juntos alzaron el mástil que enarboló la victoria anzoatiguense sobre Tiburones de La Guaira (4-2).
Foto Marcos Colina/Ciudad CCS