Andriw Sánchez Ruiz
(Con algunas modificaciones de la publicada en el Diario Ciudad CCS en su edición de 28 de octubre de 2015, por diferentes vicisitudes...)
Es bien conocido que el denominador
común de la actual temporada es la merma en la asistencia de público a las
diversas plazas por las diferentes vicisitudes económicas que atraviesa nuestra
nación. Eso se ha vuelto algo normal. Sin embargo, anoche no era un juego
rutinario. Era el primer Navegantes del Magallanes vs. Leones del Caracas del año.
Las 20 mil 717 personas que pagaron un puesto en el
Estadio Universitario demostraron que los Eternos Rivales rompen con la
regularidad de la vida. La muchedumbre presenció que a pesar de ser un juego
impredecible, el beisbol muchas veces refleja en la pizarra los buenos o malos
aires que se respiran en un dugout.
Los melenudos iniciaron el careo como la segunda
mejor ofensiva de la liga (.284 de average) y los navieros con el segundo peor
pitcheo colectivo (4.22 de efectividad). ¿Sorprende entonces que el Caracas
apaleara a sus sempiternos enemigos con 17 hits y se llevara la victoria 9 por
2? Es posible que no, según las estadísticas.
Félix Pérez celebra su jonrón del tercer inning, al final ligó de 5-4. Fotos Marcos Colina/Diario Ciudad CCS
Pedro Hernández, abridor filibustero, no pudo
aguantar la somanta de palos que tenía preparada la manada caraquista. En el
tercer inning recibió jonrones de Dixon Machado y Félix Pérez, así como un
doble de Alfredo González. Los batazos crearon cuatro carreras. Ya era una
cantidad de rayitas insuperables para los bucaneros.
Hernández fue relevado por el también zurdo Luis
Rico. Ante lanzadores de esa mano Leones bateaba solo .221, pero el movimiento
fue infructuoso. La paliza continuó inclemente.
Capitalinos anotaron cinco entre el cuarto y el
sexto capítulo. Magallanes solo podía ver cómo sus lanzadores eran vapuleados, excepto
Erick Leal y Héctor Melo, quienes no permitieron rayitas.
Caracas no solo fue un carro de leña, pues los tres
brazos que utilizó el mánager Alfredo Pedrique fueron sinónimos de solidez.
El iniciador Joe Gardner, quien ganó el careo, lanzó
seis episodios y no aisló anotaciones limpias. La única vez que los
magallaneros pisaron el plato mientras lanzaba el norteamericano, fue gracias a
un error del torpedero Machado en el sexto acto.
El relevista Loiger Padrón sacó dos tramos sin
problemas y el cerrador, Mark Montgomery, quien se recuperó de problemas
estomacales, permitió un cuadrangular de Luis Domoromo en el noveno.
Fue una noche dura para Ronny Cedeño. Un error al
correr las bases y otro defensivo, fueron motivos para que Carlos García lo
reprendiera y sacara del juego. No es un gran momento para la galera, que tras el juego posee la peor efectividad colectiva del circuito (4.49).
20 mil 717 personas pagaron un puesto para ver el Clásico.
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