lunes, 30 de mayo de 2016

Los hermanos Basabe, los verdaderos mellizos del beisbol

Luis Alexander y Luis Alejandro son gemelos y el juego de pelota los ha mantenido unidos. Ambos juegan para la sucursal Clase A de los Medias Rojas y firmaron con Leones del Caracas en Venezuela

Andriw Sánchez Ruiz
Twitter: @AnSanchezRu

Es normal que los compañeros de equipo crucen miradas durante los juegos. A veces se dicen bromas y otras indicaciones. Luis Alexander y Luis Alejandro hacen lo mismo. Están en contacto, aunque sea grande la distancia entre el jardín central y la segunda base, respectivas posiciones que cubre cada uno. Pero no es una comunicación obligatoria para entender lo que ocurre en el campo. Es una costumbre de toda la vida. Hablar entre sí y estar juntos, fue su destino cuando nacieron el mismo día, el 26 de agosto de 1996,  y se convirtieron en los morochos Basabe.

Si ya es extraño ver a gemelos en la vida, lo es mucho más en el beisbol. El caso de los Basabe cobra peculiaridad, debido a que ambos juegan en el Greenville Drive, sucursal Clase A de los Medias Rojas de Boston.

“En los juegos siempre lo llamo, le hablo, le echo chistes y reímos”, dice Luis Alexander, por teléfono a El Nacional, mientras la tímida risa de su hermano se escucha a través del auricular. “Hay veces que jugamos contra equipos que tienen venezolanos y ponen música del país. Nosotros bailamos y echamos broma. Creo que es bonito porque estamos disfrutando lo que vivimos”.

Luis Alejandro (izquierda) y Luis Alexander pertenecen a Leones en Venezuela Leones.com

Luis Alexander lleva la voz cantante de la conversación. Es el mayor por solo cinco minutos, según lo que le ha contado toda la vida su madre, Yamilet Basabe. Además mide 1.82 metros, tres centímetros más que su hermano. Su contextura es más gruesa, digna de un jugador de las praderas.

Hay otras disparidades que se ven en el campo. “Alexander batea un poco más parado”, comenta Luis Alejandro. “Porque es un bateador de fuerza. A mí me gusta cuadrarme un poco más agachado”.

Pero hasta allí llegan las diferencias entre los hermanos oriundos de Valera, estado Trujillo. Ambos fueron firmados el 26 de agosto de 2012, cuando cumplieron 16 años. “Yo gustaba un poquito más”, recuerda Luis Alexander. “A mi hermano lo buscaban otras organizaciones”. Al final firmaron con los patirrojos por la comodidad que percibieron de la academia en República Dominicana. Ambos pertenecen a Leones del Caracas. “Es nuestro equipo de siempre”, replica Luis Alejandro. “Nos gusta el uniforme blanco con rayas”.

Mellizos de actualidad diferente. Esta temporada los números no reflejan la similitud física y sonora de los hermanos Basabe. Luis Alexander solo liga para un promedio de .203, pero con cinco dobles, cuatro triples y cuatro cuadrangulares; es una buena cosecha de extrabases. Mientras que Luis Alejandro promedia .299, con siete tubey, dos tribey y tres vuelacercas.

Por suerte para ellos, cuando uno de los dos atraviesa un mal momento con el madero, siempre tendrá al otro para drenar frustraciones. “Es verdad que ahorita a él le va mucho mejor que a mí”, expresa Luis Alexander. “En esos momentos nosotros hablamos, pero cada quien sabe lo que está haciendo mal y en qué debe mejorar”.

Ciertamente, esa hermandad es una ventaja sobre otros latinos que se enrumban a Estados Unidos solos, lejos de sus familias y en plena adolescencia. Pero la organización trata de que ambos tengan un poco más de independencia, cuando lleguen momentos de apremio dentro del juego.

“Esa es, tal vez, una de las enseñanzas más importantes de aquí”, reflexiona Luis Alexander. “Debemos aprender a independizarnos de nosotros mismos. No siempre se tiene que necesitar de alguien. Tú mismo tienes que hacer el ajuste de las cosas”.

Los Basabe han sido afortunados. Solo han estado separados los cinco minutos que Luis Alejandro tardó en salir del vientre de su madre. El beisbol, que acostumbra a separa a los hermanos, como les ocurrió a Elvis y Herlis Rodríguez, no ha podido con ellos. Toda la vida han defendido los mismos colores. Siempre se han visto en el terreno. Pero, debido a lo incierto del mañana, tal vez llegue uno solo a Grandes Ligas.

“El sueño es llegar los dos”, dice Luis Alexander. “Pero, en realidad, no importa quién llegue primero. Esa es la meta. Si mi hermano llega a las mayores antes que yo, mi reacción sería seguirlo. Tomarlo a él como un ejemplo, para ayudarme a seguir adelante”.

Trabajo publicado en el diario El Nacional en su edición del 29 de mayo de 2016

1 comentario: