sábado, 10 de octubre de 2015

Edgmer limó asperezas con Bailey

Andriw Sánchez Ruiz

Hay dos cosas que señalar de Edgmer Escalona durante la temporada pasada: su indudable dominio frente a los paleadores contrarios (3.86 de efectividad, uno de los mejores de la liga) y los arranques de rabia cada vez que Buddy Bailey le quitaba la pelota.
El carácter caliente era tan característico en el oriundo de Naiguatá, así como su necesidad de competir y vencer a quien lo retara desde la caja de bateo. Para la actual campaña, parece que hubo una metamorfosis. “El que ustedes ven ya no es el mismo Edgmer de antes”, dice.


Existe tanta claridad en sus palabras que no teme recordar aquellos episodios de evidente molestia con las decisiones de Bailey.
“Al principio no nos llevábamos bien, creo que fue por mi comportamiento. Todo fue un malentendido de mi parte. Él solo trataba de ayudarme y cuidar mi brazo, cosa que le agradezco”, resalta.
Ahora hay una confianza plena. Escalona no duda en rendirle honores al timonel estadounidense y en admitir su liderazgo dentro del clubhouse.
“Bailey ha hecho lo que tiene que hacer un mánager: imponer respeto. Todos sabemos que es un caballo que le dio a los Tigres seis campeonatos. Ahora es como un padre para todos nosotros y es el que nos va a guiar a ser campeones este año”, expresa.
La familia cambia al hombre
¿Cómo es posible que una persona tan pasional, como lo es Escalona, pueda apaciguar las explosiones de su carácter? Existen diversas razones, para el tirador fue el nacimiento de su hijo.
“La diferencia fue mi bebé. Me hizo cambiar la mentalidad y estilo de vida que llevaba. Ahora quiero dar lo mejor de mí y el mejor espectáculo en el terreno”, explica. Su argumento es más que válido al tomar en cuenta el desempeño en la Liga Mexicana de Beisbol, donde lució la mejor efectividad (2.54) y una gran foja (11-4).
La autocrítica es parte de las declaraciones. Ya no quiere que lo vean como “el loco, así me decían en la calle. Están viendo a un padre de familia; a un hombre que quiere dar lo mejor de sí y volver de nuevo a Grandes Ligas. Cambié mi forma de ser”, repite.
Si algo le trajo sus problemas de conducta pasados fue una carrera corta en las mayores. Duró cuatro años en el nivel, pero su presencia era intermitente.
“Esa forma de ser evitó que durara más tiempo arriba”, recuerda Escalona.
El momento de ver al nuevo Edgmer ya tiene fecha, pues espera estar lanzando el 25 de este mes.
Publicado en el Diario Ciudad CCS 10-10-2015

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