Tras
los éxitos en Maracaibo, el manager Lipso Nava le da parte del crédito al
análisis de las tendencias estadísticas. “Ha dado resultados hasta ahora”, dijo
Andriw Sánchez Ruiz
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Twitter: @AnSanchezRu
Después decir algunas
cosas en voz alta a un personaje oculto entre las sombras del dugout de la
derecha del Universitario, Luis Amaro, gerente deportivo de las Águilas del
Zulia, salió al terreno con la intención de ver practicar a sus jugadores. Su
rostro adusto tal vez trataba de ocultar planes que tenía por desarrollar. El
trance fue interrumpido por la curiosidad de par de reporteros.
Con palabras pausadas, que
contrastaban con su entrecejo fruncido, el directivo explicó la actualidad de
los rapaces, quienes para aquellos días de la mitad de noviembre eran dueños del
primer puesto de la tabla. Una de las frases finales fue contundente: “Este
equipo no es como el del año pasado (que quedó último). Es un equipo diferente.
Este es mi equipo, el que hemos armado”, dijo el hombre que tiene dos años en
el cargo.
Luis Amaro, gerente deportivo de Águilas
Es difícil refutarle
esas palabras a Amaro. Los occidentales hicieron cinco cambios en 2016, en
los que ganaron 13 peloteros, la mayor cantidad entre los ocho miembros del
circuito. Algunas piezas son apuestas para el futuro como el jardinero Mickey
Edie o el receptor Yoel Pozo. Otras ayudaron en la temporada como Jesús Flores,
José Ortega y Jonathan Herrera. Y están los que pueden ser símbolos de la
organización, esos son Yangervis Solarte o Ronald Torreyes.
Algo es cierto: los
aguiluchos corrieron riesgos en pro de un nuevo equipo. Sin embargo, ese no es
el cambio más notable en la filosofía del equipo. Ahora, Amaro y sus asistentes
en el tren directivo, la mayoría jóvenes, han utilizado más las tendencias
numéricas, la popular y siempre escandalosa sabermetría, aunque no al nivel de
omitir los toques de bola y las bases robadas.
Águilas clasificó y
barrió en los dos primeros juegos en Maracaibo a los Tigres de Aragua. Tras los
éxitos, que aligeran un poco el andar en los playoffs, el manager Lipso Nava
manifestó que ganaron porque supieron “ejecutar la sabermetría, esa que
funciona si se hace el trabajo”.
La ideología se observa
en la elección de los refuerzos. José Tábata le bateó de 29-9 a los bengalíes
en la ronda regular, Ronny Cedeño 36-18 y Mitch Lively tuvo efectividad de
2.30. “Nos estamos apoyando en todas las tendencias estadísticas y en todo lo
necesario para tener claro cómo atacar a Tigres”, declaró Nava. “Y eso ha dado
resultado hasta ahora”.
¿Dará frutos en el José
Pérez Colmenares de Maracay? La teoría numérica apoya el sí. Cedeño tuvo un
promedio de .609 esta temporada en el escenario, Tábata un OPS de 1.175 y Alex
Romero, el paleador más caliente en los dos primeros juegos (9-5), posee
average de .351 y .428 de OBP en 43 compromisos de postemporada (sin incluir
finales) en la Ciudad Jardín.
Tales nombres, aunados
a los enfrentamientos que elige el manager Nava entre pitchers y bateadores,
son algunas de las cartas rapaces en los siguientes careos, además de lo
tradicional. “Para eso trajimos a Tábata y Cedeño, porque completan nuestras
necesidades. Tenemos que seguir haciendo las jugadas de rutina y dando los
batazos oportunos para seguir sumando victorias”, agregó Nava.
Nota publicada en el Diario El Nacional, edición de 5 de enero de 2017
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