Felipe Lira, quien
trabaja con el abridor de los Cerveceros desde 2011, en Tiburones de La Guaira,
piensa que la pericia y el dominio del split-finger son los secretos del
serpentinero
Andriw Sánchez Ruiz
Twitter: @AnSanchezRu
El teléfono de Felipe
Lira repicó mientras trabajaba en unos informes de peloteros rookies de los
Medias Blancas de Chicago. Solo por un momento, el ex lanzador dejó a un lado
el papeleo. Le había escrito Junior Guerra con la simple intención de
saludarlo.
Aunque no había caído
la noche y el cielo estadounidense no estaba iluminado para celebrar el 4 de
julio, Día de la Independencia de la nación norteamericana, ya era un día de
fuegos artificiales para Guerra, quien horas antes dejó en dos hits a los
Nacionales de Washington en 7.1 innings.
A pesar de las
sorpresas e intrigas que ha causado este año el abridor derecho de los
Cerveceros de Milwaukee, por ser uno de los novatos más asombrosos de la Liga
Nacional y tener 31 años de edad, Lira no se muestra extrañado. Tiene una
idea clara y certera de Guerra. Ambos trabajan juntos desde 2011, cuando el
técnico comenzó como el encargado de instruir al bullpen de los Tiburones de La
Guaira.