Andriw Sánchez Ruiz
Twitter: @AnSanchezRu
Oye, Beto Perdomo, esto está feo… muuuuy feo. El beisbol venezolano se nubló y está sumergido en un palo de agua de esos que caen en Caracas por estos días. Cielos oscuros y tristes. Pisos mojados por las lágrimas de aquellos que te conocieron y de quienes te escucharon. Desconsuelo de los que comprendieron que un elevado manso o un bombo, como decías, tiene similitudes con la suavidad del pan de cada día.
Coye, Beto. Calaste hasta los tuétanos de la idiosincrasia nacional. Alteraste la jerga cotidiana con sinceras y entretenidas descripciones de beisbol. Algunos, cuando señalan un camino, recurren a tu “por aquí, por aquí, por aquí”. Otros, tras lanzar un comentario mordaz, tratan de emular tu entonación del “estraaaaiiiii”.
Coye, Beto. Calaste hasta los tuétanos de la idiosincrasia nacional. Alteraste la jerga cotidiana con sinceras y entretenidas descripciones de beisbol. Algunos, cuando señalan un camino, recurren a tu “por aquí, por aquí, por aquí”. Otros, tras lanzar un comentario mordaz, tratan de emular tu entonación del “estraaaaiiiii”.